martes, 24 de junio de 2014

Meditación con Critales, piedras preciosas y cuarzos

Cuando alguien decide comenzar a meditar, las dudas que se plantea son en general comunes a las de todos: ¿Hay que poner la mente en blanco? ¿Imaginarse una pared azul frente a nosotros?, lo importante que debes entender es que el proceso de meditación no se debe desvincular de las cuestiones cotidianas, no significa entrar en un mundo paranormal y extraño. El trabajo con cristales, piedras preciosas y cuarzos es una experiencia fascinante, estos son herramientas sensibles a la persona y su entorno, relájate y permite que tu imaginación e intuición fluyan. Para comenzar con la practica, lo primero es tomar a consideración el deseo de lograr el momento de paz, de interiorización, el deseo de auto-observarse. Meditar es encontrarse con uno mismo. Las primeras veces nos sucede a todos que cuando cerramos nuestros ojos nuestra mente se resaca de pensamientos e imágenes. La idea es entrar en contacto con esto que se nos presenta sin elaborar conceptos, ni juicios de valor al respecto, es decir, permanecer neutrales y únicamente observar.
Los cristales son una valiosa herramienta para mantener la mente centrada durante la meditación. Sea que únicamente veamos el cristal o que lo roqueros, lo importante es permitirnos a nosotros mismos acceder a un estado mental adecuado. Un buen cristal con el que iniciarlos en la practica es el cuarzo transparente, pero a medida que nos volvemos más experimentados podemos elegir para meditar otros cristales que se adapten mejor a nuestras necesidades y estado de animo de ese momento.
 
CINCO PASOS PARA MEDITAR CON CRISTALES
 
1. Elegir un momento del día y un lugar tranquilo en el que nadie te moleste. Vestir prendas cómodas, con las que poder tolerar bien el calor o el frio durante los minutos que dure la meditación
2. Escoger un cristal en el cual enfocarse y explorarlo con todos tus sentidos. Si al momento de meditar tu intención es solo mirarlo, sitúa la piedra en un lugar en el que puedas verla fácilmente sin necesidad de cambiar de posición. Si lo que planeas es sostenerla, toma la piedra en tu mano izquierda si eres diestro, o viceversa.
3. Adopta una postura cómoda. Prueba sentarte con las piernas enlazadas. Hay personas que encuentran más cómodo sentarse en una silla. Lo importante es mantener la columna recta, más no rígida. Con tu cuerpo suelto, deberás sentir que tu cabeza flota sobre la columna. Esto es muy importante para que fluya la respiración, que es el elemento clave en la meditación.
4. Respira profundo varias veces, llena de aire tus pulmones y después expulsa el aire lentamente. Gradualmente relaja su cuerpo de forma consciente. Imagina que con cada respiración eliminas un poco de tensión. Cuando tu cuerpo se sienta relajado, escucha tu respiración.
5. Conéctate con el cristal, déjate cubrir por su color, siente su energía alrededor tuyo. Si brotan pensamientos repentinos que te distraigan, enfócate en el cristal, si lo guardas en la mano, siente como la energía sube por tu brazo y llena tu cuerpo. Cada vez que la cabeza comienza a divagar, concéntrate en percibir la energía del cristal 
 
Al principio realiza un sesión de 10 minutos, procura efectuarla diario, extiende la duración poco a poco, hasta que llegues a la media hora de meditación.
Notarás que la meditación se siente diferente cada día, que unas veces podrás experimentará alegre, otras tal vez más agitado o tenso, lo cual tiene que ver con tu proceso interno y el cristal o piedra que hayas elegido para trabajar durante la meditación.
Al termino de cada sesión conviene darse tiempo para recuperar lentamente el sentido del cuerpo físico en el entorno. Estrato, abre los ojos. Si hay una sensación de aturdimiento, bebe un vaso de agua o remojar tus manos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario