jueves, 12 de junio de 2014

El nuevo poder entre nosotros

En la época moderna, Franz Anton Mesmer, un médico alemán de principios del siglo XIX, creó una nueva medicina: el mesmerismo, basada en el magnetismo humano o animal, así como en la influencia del magnetismo universal en lo humano. Él explicaba que una sutilísima materia podía ejercer su poder a través del universo. Por ello, los astros afectaban el sistema nervioso y las enfermedades eran perturbaciones del magnetismo propio del ser. En su filosofía daba como alternativa al cuarzo, ya que, según él, la energía era captada por el cristal y canalizada con su alto magnetismo a conectarse con la armonía cósmica y planetaria, para recuperar la armonía y el ritmo individuales humanos.
 

 
Entre las leyendas de los cristales, existe la historia de uno muy especial, de aproximadamente 3 kg de peso, que a simple vista podría verse como tres pirámides o la formación de tres montañas. Éste tenía la particularidad de ser atravesado en su base hilos, como si fuera cuarzo tutelado, quedando así un pequeñísimo espacio que era atravesado por un hilo muy fino de oro, de 24 pilares, el cual pendía del cristal. Este cuarzo era introducido con la punta del oro en una especie de copón de cristal de cuarzo conteniendo agua, y se decía que quien debiera su agua durante tres lunas nuevas, en ayunas, se duraría de todas sus dolencias (físicas, mentales y emocionales), y a la vez, esta misma agua, bebida poco a poco, rejuvenecería las células. La base del cristal poseía un pequeño tubo parecido a un tornillo de 1 cm de alto, o algo más. Dónde fue a parar el copón de cristal, no se sabe, aunque existen referencias de antiguos escritos anónimos que cuentan que el enorme cristal de cuarzo fue enterrado en Sudamérica.
 
Un gran numero de las extraordinarias propiedades ópticas, mecánicas y térmicas se le han encontrado al cuarzo con las nuevas tecnologías, hoy es un material indispensable en la fabricación de productos de alta tecnología, como en la óptica, láser, comunicación y semiconductores, en la industria química y biomédica. Las gemas, cristales y minerales están más ligados hoy al hombre que en otras generaciones. Con eso, se ha sabido incrementar su potencial en todos los campos y su poder ha sido un regalo de nuestra tierra para el bienestar común.


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