viernes, 13 de junio de 2014

Dios y Satán

Sé que lo que leerán a continuación a muchos incomodarán, y de ser así es mejor que no sigan pretendiendo entrar al mundo de la Magia, ya que esto tan revelador podrá mover tus creencias anteriores, te pido que lo leas con discreción y lo reflexiones antes de querer cerrarse y dar un veredicto apresurado:
 
 
 
La existencia simbólica de Dios y Satán ciertamente está presente en la Naturaleza. Sin embargo, la cualidad y la apariencia de cada uno de los dos aspectos de la vasta Dualidad Universal están condicionadas por el pensamiento del hombre. El hombre moldea sus propias ideas sobre Dios y Satán. En realidad, éstos son solo nombres dados por aquellos que son ignorantes de los misterios de la vida. La ley del Uno significa que solo hay UNA VIDA que puede ser conocida en términos de una dualidad principal: energía y masa, espíritu, luz, oscuridad, Dios y Diablo, así hasta el fin!
Existe una razón esotérica definida por la que el hombre puede en realidad ser confrontado por Dios o Satán. El plano mental es una realidad que debe enfrentarse en la conciencia humana. Las creaciones del hombre en ese plano contienen exactamente el mismo grado de vida que él imbuye en ellas. Las formas de pensamiento están vivas. El hombre ignorante puede y en realidad se encuentra con sus propias creaciones de pensamiento conscientemente, ya sea en forma física objetiva a través de una alucinación, o en los dominios subjetivos astrales y mentales en la forma de sueños o después de la muerte. El cielo e infierno son los literales reinos subjetivos de la consciencia que el hombre experimenta, sea en una forma física o fuera de ella. Un hombre continúa afectando a estas dos autocreaciones, percibidas dentro de cualquiera de los muchos dominios de autoconciencia, siempre y cuando continúe dándoles forma y validez. LA ENERGÍA SIGUE AL PENSAMIENTO
 
Es un hecho que una persona profundamente religiosa puede llegar a tal éxtasis que literalmente conjura una imagen viva de Cristo o algún Santo de interés especial para él, en tales casos LA ENERGÍA SIGUE AL PENSAMIENTO. El flujo de amor de esta encarnación de la forma de pensamiento de Cristo puede darle inspiración, causar curación instantánea y miles de otros milagros similares en la naturaleza.
Del otro lado del espectro, la aparición del Diablo para aquel que participa en misas negras y ritos extraños de satanismo es simplemente una forma viva de pensamiento conjurados por la mente del hombre. Todas estas abominables aberraciones mentales pueden imbuir a sus creadores de gran poder físico y causar magia sorprendente o evidentes resultados milagrosos. Numerosas victimas de ritos de vudú, hechizos y encantamientos de magia negra pueden dar un amplio testimonio al respecto
 
El estudiante de lo oculto no le da poder o credibilidad a los conceptos de Dios y Satán, como los entienden ordinariamente las masas. Él sabe que ni Dios, ni el Diablo existen allá afuera en algún lugar en el espacio. Él reconoce que estos son simplemente nombres para las expresiones negativas y positivas, que se perciben por separado, de la VIDA ÚNICA.
Él sabe que estas entidades personificada son dos corrientes o expresiones del UNO. Sea que sean Dios y Satán, espíritu y materia, energía y masa; o las corrientes duales de lo positivo y negativo, lo masculino y lo femenino, no importa, la VIDA ÚNICA  puede ser entendida como un nivel o dimensión de creación DUAL, TRIPLE, SÉPTUPLE. Una escala de dos divisiones, tres o siete divisiones es infinita sólo por la naturaleza de la "parte" que ase aproxima al "todo"
 
 
 
Ningún mago le da un énfasis excesivo a las personificaciones de estas cualidades, triplicidades y lo relativo al número siete. Él las conoce claramente en algún nivel de la conciencia y puede elevarse o descender de acuerdo con la ocasión, controlando así los acontecimientos del tiempo y del espacio que lo rodean.
Si la persona promedio no entiende los misterios de la vida, debe continuar viviendo con su ignorancia y desempeñar el papel de baja vibración, es decir, ser victima de las circunstancias. Debe pagar el precio de lidiar con sus creaciones personalizadas, sean de Dios o de Satán. Mientras tanto continua viviendo dentro de las regiones oscuras de la superstición, de miedos anormales y dudas espantosas o pensamientos y sentimientos exagerados de su propia importancia y la de su religión, su raza o su país de origen, en la "confabulación" de las cosas controladas por las masas. 
 
El hombre de este planeta debe empezar a darse cuenta de que solo hay UNA VIDA. Un Dios, un Ser. Esa vida única da lugar a todas las causas y efectos dentro de sin propia naturaleza.
Todas las cosas son relativas, lo bueno y lo malo son solo términos que denotan él más o el menos desde la perspectiva de cualquier parte y son por tanto, juzgados bueno o malos. Lo que traiga "menos" dentro de este todo - lo que estimule la repulsión, el miedo y el odio- es por tanto etiquetado como malo desde la conciencia del receptor que yace en esa forma afectada.
No hay Dios ni Satán personales viendo por encima de nuestro hombro, ofreciéndonos felicitaciones ni reclamos, el Ser-Dios y el Ser-Diablo existen en cada uno de nosotros. Cuantas de estas cualidades negativas o positivas proyectadas de la vasta Dualidad Universal que encargamos dentro de nosotros, perfilan nuestro estilo de vida particular. Podemos elegir ser pecadores o santos, la elección es definitivamente nuestra, solo nuestra.
 
Sin excepción, cada situación en la vida es una enorme escuela de aprendizaje. Es una prueba de dualidad tridimensional para que cada uno de nosotros vea si puede despertar el SER SUPERIOR o el ser inferior en cualquier acontecimiento. Cada vez que nos elevamos sobre nuestras mezquitas fijaciones mentales y miedos emocionales infundados para encontrarnos con la otra persona o nueva situación en la vida con la más alta naturaleza dentro de nosotros, apuntamos una victoria para nuestra autoliberación. Sin embargo esto requiere una constante vigilancia, requiere un acto de voluntad consciente y deliberado. Un acto de trabajo y de tensión o extensión deliberadas, para encontrarnos con la vida a nuestro nivel más alto.  No obstante, no hay otro camino seguro. Cada paso de existencia en el sendero hacia la libertad del espíritu y por tanto, el autodominio, se construye día a día, acontecimiento tras acontecimiento.
Nos convertimos en maestros al llegar a dominar, no mediante un puente mágico de aquí a un idílico allá. El control de la vida se hace finalmente en niveles concretos del plano físico. Aquí es donde nuestros impulsos y apetitos deben satisfacerse, conocerse y dominas y de ser necesario, ser totalmente autocontrolados. Dentro de su propio ser está el campo de batalla donde el mago aprende a ser el Maestro de su propia y dulce vida, el piloto de su destino. Ningún Dios o Satán  exteriores pueden hacerlo por él o evitar que lo haga.
 

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